Sunday, February 1, 2009

El Caballero De Paris

Por: Arquitecto Cheo Malanga

La Habana ha atesorado variados personajes peculiares, y dos de ellos han sido mis preferidos. La célebre vedette Juana Bacallao y el aristócrata Caballero de París.

El Caballero de París fue un personaje muy conocido en La Habana desde los años 50... Era de mediana estatura, pelo desaliñado con algunas canas y una más que crecida barba. Sus uñas eran largas y retorcidas, siempre vestía de negro, con una larga capa del mismo color, incluso durante el fuerte verano habanero. Solía llevar una carpeta llena de papeles y una bolsa donde transportaba sus escasas pertenencias.

Era un hombre gentil y educado que deambulaba por las calles y viajaba en ómnibus por toda la ciudad, saludando a las personas y discutiendo sobre filosofía, religión y política. Nunca pedía limosnas ni decía malas palabras, sólo aceptaba dinero de las personas que conocía o le caían bien.

Frecuentemente se podía ver paseando por el Paseo del Prado, la Avenida del Puerto, la Plaza de Armas, la Iglesia de Paula, Infanta y San Lázaro, la esquina de 23 y 12 o el Parque Central, donde frecuentemente dormía en uno de los bancos. Nunca viajó fuera de los límites de La Habana después de que comenzó su enfermedad mental. Sus últimos años de vida los pasó merodeando la esquina de 23 y 12, donde los empleados de las pizzerías de la zona le ofrecían comida gratis.

El nombre verdadero de El Caballero era José María López Lledín. Nació el 30 de diciembre de 1899 en Lugo, España. Emigró a la Habana el 10 de Diciembre de 1913 a bordo del vapor alemán Chemnitz.

Por un corto período de tiempo trabajó en la bodega de un español de la calle Genios, también como encargado en una tienda de flores, como sastre, en una tienda de libros y en una oficina de abogados. Un día decidió estudiar y refinar sus maneras para obtener mejores empleos. Logró conseguir trabajos bien pagados como camarero en restaurantes de los hoteles Inglaterra, Telégrafo, Sevilla, Manhattan, Royal Palm y Saratoga.

Se supone que perdió la razón cuando fue arrestado en 1920 y encarcelado en la prisión del Castillo del Príncipe por un crimen que no había cometido. No se ha sabido cuál fue el hecho real del que fue acusado ni el tiempo que estuvo encarcelado.

Existen infinidad de teorías sobre el origen de su apodo, pero ninguna ha sido confirmada. En una ocasión relató a su biógrafo que había obtenido el apodo de una novela francesa. Otra vez dijo que la gente comenzó a llamarlo El Caballero en la acera del Louvre, cuando trabajó en el hotel Inglaterra. Otros cuentan que fue en la época en que trabajó en el restaurante París y los clientes comenzaron a llamarlo de esa manera. Otros dicen que el apodo se lo dió el semanario humorístico Zig Zag o que nació de una película francesa donde el personaje principal era conocido como Monsieur de Paris.

El 7 de diciembre de 1977, El Caballero de París fue internado en el Hospital Psiquiátrico Mazorra. El motivo de su encierro no fue debido a una posible peligrosidad, sino a su deplorable estado físico. Allí fue aseado, y su cabello lavado y recogido en forma de una larga trenza. Le suministraron un traje negro similar al que solía vestir y comida. Durante su internamiento en Mazorra fue sometido a exámenes fisicos y psicológicos; se sabe que también allí sufrió una fractura de cadera por una caída. El diagnóstico de su psiquiatra y biógrafo, el Dr. Calzadilla, es que padecía de parafrenia, considerada como una forma de esquizofrenia.

Murió el 11 de julio de 1985 a la edad de 86 años. Inicialmente fue sepultado en el cementerio de Santiago de las Vegas. Según un articulo de la AFP, sus restos fueron exhumados por Eusebio Leal, historiador de la Ciudad de La Habana y trasladados al convento de San Francisco de Asís (ahora sala de conciertos y museo), su actual lugar de descanso. En ambas orillas del Estrecho de la Florida se le ha rendido tributo a este famoso caballero.

En la Habana, una estatua de bronce de tamaño natural fue creada por el escultor José Villa Soberón, por iniciativa de Eusebio Leal. La estatua fue ubicada en la acera del convento San Francisco de Asís.En Miami, la popular esquina de la 36W Avenue y208th Street, lugar donde está ubicado el famoso restaurant cubano Versailles, fue oficialmente nombrada "Avenida El Caballero de París" en el año 2004.

Recuerdo una ocasión durante mi niñez, mientras viajaba en un auto con mis padres por la calle Infanta, que mi madre gritó..... “¡mira, mira al Caballero de París!”. Al voltear la mirada sólo pude ver una fugaz figura, con una larga cabellera blanca y capa negra que se alejaba encorvado y a paso lento. Ese fue mi único encuentro con la aristocracia parisina de nuestro terruño.

8 comments:

Susana said...

Conmovedora y triste historia, Yoli. Gracias por compartirla.

Anonymous said...

What an interesting face! I'm trying to translate the text but I don't speak Spanish! Oh no! Was he a singer?

Anonymous said...

PS: Yes, I'll send you wings! Can you email me your mailing address (don't leave it as a comment)? Thank you!

Vivian M said...

Que personaje! Me hubiera gustado charlar con el.
And for those that do not speak Spanish...you can go to http://www.google.ca/language_tools?hl=en (or go to Google.ca home page and click on Language Tools) and copy and paste whatever you want translated.

A Cuban In London said...

Muchas gracias por este pedacito de historia de mi patria. Me acuerdo del Caballero aunque nunca lo vi.

Saludos desde Londres.

Julia Conde Grana said...

I've just got news that "El Caballero de Paris was my grandfather's first cousin... he shares the surname Lledin (maternal) with my grandfather who was also en Cuba for long periods.... I'm amazed
since Cuba rates very high on my affections... Would like to contact any descendants surviving..
The family tree is taking a surprising turn..
I speak spanish and grew up in Argentina.. How weird is this?

alex said...

hola Julia, mi nombre es Angelica y mi abuela es sobrina del Caballero de Paris hija de una hermana de el, hace poco k conoci la historia, Nosotros estamos todos en Asturias, tenemos una gran familia aki mi abuela son 9 hermanos de los cuales viven 8 y ellos a su vez tienen hijos , tenemos hasta 4 generaciones ya juntas... Un fuerte beso Julia

Unknown said...

Quisiera que el mundo sepa que el Caballero no fue tratado tan bien en Mazorra como lo establecen algunas historias.
Yo estuve unos 10 días como paciente en la Sala Clínica Enrique Nuñez donde estuvo el Caballero de París por los últimos años, y el tratamiento que se le daba en este lugar era inaceptable. En su estancia en Mazorra se fracturó la cadera por negligencia de los enfermeros, que usualmente ponían el cuidado de los pacientes viejitos o débiles como él bajo la custodia de otros pacientes más jóvenes pero de malas condiciones mentales (esto causó el accidente que le fracturó la cadera). El Caballero de París no era atendido adecuadamente, ni se le daba comida abundantemente como se establece en muchas de las historias publicadas por organizaciones cubanas, las enfermeras se negaban a bañarlo, darle la comida, o cambiarle la ropa personal o de cama, pues se orinaba todos lo días; había que cargarlo de la cama una silla de rueda y a veces lo dejaban por horas y hasta de un día para otro en la cama toda orinada. El Caballero vivió en esta Sala rodeado de pacientes de alta peligrosidad, y él no podía defenderse, en muchas ocasiones le pegaban o lo maltrataban y las enfermeras estaban en su mundo sin preocuparse de lo que estaba pasando. En una ocasión vi como una enfermera mandó a uno de los pacientes a bañarlo; lo metieron debajo de una ducha fría y lo estaban restregando con una escoba plástica, en ese caso yo me metí y le quite la escoba al paciente y lo terminé de bañar; según él me dijo, a veces le dejaban mojado por horas en la silla de ruedas prácticamente desnudo. El pelo nunca fue desenredado como cuentan en ciertas historias, lo tenía igualito que cuando estaba en la calle; lo único que él tomaba o comía era prácticamente leche, y una que otra vez sopa. Nunca se me olvida como con su fina y baja voz él me dijo, hijo mío esta gente me tratan de engañar dándome esas sopas tan horribles diciéndome que es fabada, ellos piensan que yo no sé lo que me están dando. Por lo tanto estoy seguro que el Caballero no murió en esa abundancia de comida que se menciona en estas falsas historietas.
Hay muchas cosas que podría decir de ese lugar tan horrible Mazorra donde El Caballero vivió sus últimos años, pero no me alcanzaría esta página; como yo algunos nos escapamos de ese horrendo lugar y encontramos la libertad acá en USA; no creo que sea justo que se catalogue Mazorra como un lugar humanitario como se describe en muchos artículos, donde se han cometido tantos crímenes, incluyendo la mutilación del inofensivo Caballero de Paris, el cual debían haber enviado a una casa de retiro con ancianos normales, pues yo considero que él era una persona lo suficientemente pasiva para comunicarse con personas normales y no estar en un lugar tan hostil.